Para estudiantes con dificultades de aprendizaje, como dislexia, TDAH, o retraso en el lenguaje, los apoyos visuales facilitan la comprensión del texto. Los pictogramas y emojis actúan como anclajes que ayudan a decodificar el significado, especialmente en textos que pueden resultar complejos.
Algunos/as estudiantes pueden sentirse abrumados por la cantidad de texto. Los cuentos con apoyos visuales reducen la ansiedad ante la lectura, haciéndola más amigable y menos intimidante.
Aunque el lenguaje se simplifica, los cuentos pueden introducir nuevo vocabulario en contexto. Los estudiantes asocian la palabra con la imagen, lo que facilita su aprendizaje.
Los cuentos con apoyos visuales permiten adaptar la enseñanza a los ritmos individuales de cada estudiante, respetando la diversidad en el aula.
Para estudiantes con dificultades de aprendizaje, como dislexia, TDAH, o retraso en el lenguaje, los apoyos visuales facilitan la comprensión del texto. Los pictogramas y emojis actúan como anclajes que ayudan a decodificar el significado, especialmente en textos que pueden resultar complejos.
Algunos/as estudiantes pueden sentirse abrumados por la cantidad de texto. Los cuentos con apoyos visuales reducen la ansiedad ante la lectura, haciéndola más amigable y menos intimidante.
Aunque el lenguaje se simplifica, los cuentos pueden introducir nuevo vocabulario en contexto. Los estudiantes asocian la palabra con la imagen, lo que facilita su aprendizaje.
Los cuentos con apoyos visuales permiten adaptar la enseñanza a los ritmos individuales de cada estudiante, respetando la diversidad en el aula.